• Masculino. Un metro con setenta y cinco centímetros de estatura; moreno de cabello castaño oscuro; entre 19 y 25 años de edad. Fue imposible verificar el estado del paciente y tomar signos vitales. Los tejidos se desasían como mantequilla a intentar palparlos. Causa de la muerte: la descarga eléctrica que recibió al caer a las vías. Presenta equimosis en el rostro, probablemente de alguna riña anterior, así como múltiples lesiones en brazos y cuello. Nosotros ya no podemos hacer nada, hay que esperar que retiren el cuerpo…
• El tren alcanzó a frenar aproximadamente a tres metros del lugar donde cayó el occiso. Según testigos tenía un par de horas parado en el andén. Los paramédicos constataron el deceso y el Servicio Médico Forense retiro el cuerpo con dificultad. Recibió tal descarga que las extremidades se desprendían al intentar moverlo del lugar. Entre sus ropas se encontró una cartera con un par de identificaciones, una fotografía de él con una mujer (al parecer su novia) y su teléfono celular. Su nombre era Oscar Mediana, estudiante de 23 años de edad. Se trata claramente de un suicido. No se encontraron notas que puedan dar una pista sobre la causa de su muerte. Ya se busca a sus familiares y continúan las averiguaciones…
• Sí, yo lo vi. Llego como a eso de las doce. Lo sé porque a esa hora me toca mi pastilla para la presión y acababa de ir a tomarla. Seguí trapeando el andén como siempre. Me entretuve quitando chicles del piso. Nunca me fijo de la gente, pasa tanta todo el día, pero el muchacho me llamó la atención. Se sentó a llorar un rato, luego se levanto y se fue como quince minutos, pero regresó con una botella de agua. Se subió al tren y regresó dos veces. Luego le hablaron por teléfono, discutió alguien, parecía león enjaulado, gritaba y manoteaba. Yo me metí a la bodega a tomarme un cafecito, a esa hora hay mucha gente y no dejan barrer. Justo a las dos escucho la misa por el radio todos los días. Ya estaba empezando cuando se escucho el griterío y salí corriendo. Nomás vi como la gente se acercó y luego bajaron los polis. No lo mató el tren. Dicen que se estaba convulsionando y se cayó…
- Si se van a suicidar que sea en otro lado y no aquí, nos pasan a fregar a todos.
- Cállate Eugenio, tú no sabes por qué lo hizo.
- Pues no, pero seguro fue por una tontería y no vamos a llegar por su culpa.
- Si no llegamos venimos la próxima semana.
- No, yo ya no vengo a perder el tiempo.
- Mira, ya lo sacaron.
- No veas, y para acabarla dejó oliendo asquerosos, qué poca madre.
- ¡Dios mío! Qué horror, Eugenio. Te dije que no voltearas, para qué lo ves.
- Tengo nauseas, por favor hay que salir a la calle.
- Ahora te aguantas, ya van a restablecer el servicio…
- Pues no, pero seguro fue por una tontería y no vamos a llegar por su culpa.
- Si no llegamos venimos la próxima semana.
- No, yo ya no vengo a perder el tiempo.
- Mira, ya lo sacaron.
- No veas, y para acabarla dejó oliendo asquerosos, qué poca madre.
- ¡Dios mío! Qué horror, Eugenio. Te dije que no voltearas, para qué lo ves.
- Tengo nauseas, por favor hay que salir a la calle.
- Ahora te aguantas, ya van a restablecer el servicio…
• Por favor, no eches a perder esto, yo te amo. Perdóname, no me dejes. Sí… te juro que voy a cambiar. Te estoy esperando. Irma, no, no, yo te amo. ¿Vas a venir por mi verdad? Chiquita no me dejes, no voy a ser celoso, no, ya no te voy a pegar. ¡Ya tienes otro verdad! Por favor, si me dejas me voy a matar. No es chantaje, es la verdad, estoy hablando en serio. Me voy a dar un tiro. Te vas a arrepentir. No, no, por favor, no me cuelgues. Irma, Irma, Irma… Por qué, por qué a mi, maldita seas, maldita. Me quiero morir, me quiero morir. Al diablo, maldita. Por qué, por qué. ¿Tú qué me ves idiota?
Septiembre 8 del 2008
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